Consulta de actas
La ciudad de Toluca ha sido objeto de diversos estudios historiográficos que han buscado rescatar los hechos característicos y cotidianos de ese núcleo urbano, mismos que han construido su historia particular y que, en parte, han ayudado a explicar su realidad presente. Sin embargo, el conocimiento de varios porcesos importantes ysus respectivos periodos históricos, mismos que conformaron el devenir histórico de Toluca no ha sido realizado todavía.Estos esperan aun ser rescatados a profundidad por los historiadores, para ser compartidos con la sociedad.
Dentro de dichos periodos destaca el de la primera mitad del siglo XIX, que para el caso de Toluca, resulta muy significativo. En efecto, a principios de ese siglo, y gracias al establecimiento de ayuntamientos, prescrito en la Constitución de Cádiz de 1812, la ciudad contó desde ese año con un ayuntamiento constitucional propio, situación que no existió en el pasado inmediato.
De este modo, primero como villa a lo largo del periodo colonial y luego como ciudad, hasta 1811, Toluca careció de un ayuntamiento español. Ahora bien, de acuerdo con el artículo 321 de la Constitución gaditiana, los ayuntamientos tuvieron a su cargo una serie de atribuciones amplias, en materias muy dispares entre sí; la educación primaria, la beneficencia, la distribución del agua potable, la sanidad pública, el control de epidemias, las obras públicas de la ciudad, la supervisión de mercados y cementerios, etcétera.
En el caso de Toluca, estas atribuciones fueron muy importantes, debido a que, por vez primera, una institución local se haría cargo de los asuntos públicos de los habitantes, sometidos anteriormente al corregimiento dependiente del Marquesado del Valle. En otras palabras, desde 1812 y hasta 1814 - año en que inicia el catálogo - y desde finales de este año en adelante, el ayuntamiento toluqueño se constituyo como un actor urbano con la atribución legal y legítima sobre los asuntos públicos que competían a la ciudad de Toluca, como el agua potable, el empedrado, el alumbrado, etcétera. Esta situación permitió un despegue en el desarrollo urbano de la urbe, si bien modesto, pero sostenido.