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Extracto:
En cabildo se presenta la queja del señor José María González Arratia, de este comercio, quien dice que: el anterior ayuntamiento le había quitado una porción de agua de los derrames de la alcantarilla del Tintorero, que disfrutó pacíficamente cerca del término de cuarenta años, para ceba de cerdos en un corral de la Plazuela de Alva. El señor González Arratia pedía que: se le devolviera dicha agua añadiendo que debía formarse una pila en la plazuela de Alva. El ayuntamiento acordó que: se le concedieran a González Arratia los derrames, con cuya medida se proveía la necesidad que tiene de agua potable aquel crecido número de vecinos y se complacerá también al solicitante. Que este ofreció que: formaría un acueducto, desde el convento del Beaterio, con el nombre de las Concepcionistas, dirigiéndolo a la plazuela de Alva, donde formaría una pileta de cuyos derrames formarían los necesarios para los cerdos de dicho corral y costearía las dos tercias partes de todo el valor de la obra, que sería valioso y el resto la caja municipal. Que él financiaría finalmente todo. Y se ordenara que: ningún ayuntamiento mudara la pila de lugar, pero si debía conducirse agua para utilidad de los vecinos él no se opondría.
El señor José María González Arratia preguntó que: teniendo dilación la forma de acueducto y pila, ¿de dónde podría suplir la urgencia de agua?. El Ayuntamiento contestó que: de los derrames de la pila de la fuente de la Mulita. El señor José María González Arratia contestó que: esa agua la disfruta el alcalde segundo, Don Mariano Garduño.
El alcalde primero dijo que: hay facilidad de uso de ella, por no necesitar el señor Garduño todo el derrame, se conformó en ello, y el señor José María González Arratia estuvo de acuerdo en que se extraiga agua de la pila por necesidad o utilidad del vecindario. Que el título del goce de los derrames sea bajo o el nombre de denunciado, por haberlo así verificado como lo reza la letra del método que para suplir la falta de agua a su corral.
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