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Extracto:
El señor Herrera dijo que: en dos casas del segundo callejón del Cenizo, estaban disfrutando del agua de la ciudad y que no sabía con qué motivo. El señor Robles dijo que: una de aquellas casas era la de Villaverde, quien tenía unos veneros en el pozo. También tenía un rebalse que tomaba y que aprovechaba y la otra que era la del padre Badillo. El señor Suárez dijo que: era siempre malo el que arbitrariamente se tomen y se aprovechen las aguas de la cañería de la ciudad, pues que para esto no debe haber concesiones, pues que aunque el convento era dueño del agua era para sus usos solamente y que como se ha reducido la huerta no necesita toda aquella que antes había menester, pues que antiguamente su sobrante iba para la casa de Barrientos. El señor Fernández dijo que: todas las casas del Portal tienen agua y que respecto a la merced que se les concedió podrán usar de ella solamente para su uso, pero no para que se desperdicie, sujetándose a que cada una de las casas tenga llave en la fuente respectiva para que se economice y el público aproveche la restante. Se acordó que: reunida la comisión de policía con el señor Herrera, se le faculta para que haga una averiguación sobre todo cuanto sea conducente respecto de las aguas, obligando a los dueños o arrendatarios de las casas de los portales a que hagan uso de ella por medio de llaves y que de lo contrario perderán el derecho que tienen a ella. El presidente dijo que: en cuanto a la (solicitud) particular del Reverendo Padre, pase a la comisión la solicitud y así se aprobó, igualmente las de los ciudadanos Maximiano Salazar y Francisco Bernal.
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