Extractos de las Actas de Cabildo del Ayuntamiento de Toluca

Número de acta: 813
Fecha:
28 de enero
Año: 
1839 
Ramo/Tema :
Comercio e Industria
Asunto :
Oponiéndose a la construcción del mercado de la plaza
Tipo de acta: 
Actas capitulares
Extracto:
En cabildo se da lectura a una Representación del vecindario, quien dijo que: dicho vecindario ha llegado a entender el que algunos vecinos de esta ciudad tenían proyectado pasar a la plazuela de Alva el mercado que se forma todos los viernes del año en la plaza principal y el diario que se hace en la plazuelita con el nombre de la Cal, que sin personalizar esta cuestión atribuyendo eta providencia a miras particulares de tres o cuatro individuos, se ocupaban únicamente de las cosas haciendo patente a la ilustre corporación los graves perjuicios que ocasionaría la pretendida traslación, tanto al comercio en general de la ciudad, como a su vecindario a los fondos municipales y aun a la Hacienda Pública, que lo sería porque siendo el día viernes destinado al mercado de toda clase de efectos en que se proveen de víveres no sólo los vecinos sino aun los pueblos y haciendas comarcanos. La entrada de estos por todos los puntos de la ciudad hace que los comerciantes de las calles de su tránsito vendan en estos días sus efectos en más abundancia que los días de la semana, pues que diseminándose los consumidores por toda la población por la necesidad que tienen de venir a la plaza del centro por sus comestibles, hacen activo el comercio de la calle principal y la de Santa Clara, haciendo lo mismo los que entran por los cuatro vientos y que por lo último lo hacía productivo a todas las calles desde la cercanía de la plaza, pues que como está establecido proporciona a todos los de este giro de comercio ventas regulares, sin dar lugar a que dos o tres individuos del ramo se absorban las ventas con perjuicio de los demás, porque, como está en el centro, guarda el equilibrio del comercio y que de lo contrario serviría para hacer poderosos a unos cuantos con perjuicio de tantas familias que subsisten del comercio. Los vecinos siguieron diciendo que: se perjudicaría también al vecindario, en cuanto a que tendrían los que lo forman la incomodidad de venir desde muy lejos a surtirse de los comestibles necesarios para la semana hasta dicha plazuela, y casi fuera de la ciudad en un arrabal de modo que los de la Tenería, Merced, San Juan de Dios y cuarteles del poniente tendrían que atravesarla toda para llegar al puesto del mercado, lo que les sería a las señoras que concurren al mercado muy gravoso el que concurriesen en las estaciones del calor y lluvias, pues que permaneciendo donde hoy se halla para comodidad a todos los vecinos, por estar ubicada la plaza con muy poca distancia en el centro de la ciudad y que acaso se ha tenido presente en la mayor parte de las ciudad y poblaciones principales de la república para que las plazas del mercado y comercio se hallen situadas en el centro y de que se advierte esto mismo en la capital de la república, que se perjudican también los fondos municipales porque a más de ser fijos y sistematizados los que produce el mercado, muy eventuales los que se esperan de la nueva plaza. Los vecinos siguieron diciendo que: las cantinas, que unas son de propiedad de los mismos fondos y otras pagan el piso, dejarían de ser productivas en mas de una mitad, porque como se obligaría a los que las ocupan al pago cuando se les quieta la principal venta que era la de los viernes ni podía remplazárseles porque a más de que la verdadera utilidad sería para los fabricantes de las cantinas y aunque se suponga que daban alguna pensión a los fondos, estos en sustancia perderían diez para adquirir como cuatro, que sucedería lo mismo con el consumo de carnes y pilones que cobran dichos fondos, porque era sumamente imposible que compensara lo que pagarían cuatro o seis casas de las próximas a la plazuela que se absorberían al comercio, a la baja que podrían sufrir ambos ramos en lo general. Los vecinos siguen diciendo que: la misma aduana se resentiría de iguales principios porque los comerciantes de abarrotes y ropa que existían en el centro dejarían de hacer sus introducciones por falta de consumo y los derechos aduanales sufrirían una baja considerable, que se prescindía de los gastos considerables que tendrían que erogarse en arreglar el terreno de una plazuela cercada de males casas, corrales y zahurdas y un piso muy desigual y expuesto en las aguas a las grandes avenidas que bajan por la calle del Beaterio y cuyo perfecto arreglo y compostura para el fin que se proponía costaría por menos dos mil pesos, concluyendo haber tocado los puntos más claros que repugnan a la pretendida traslación para convencer la justicia de la oposición, reservándola en caso necesario, y siguen 156 firmas del vecindario. 

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