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Extracto:
Oficio de la prefectura: se inserta nota del secretario del gobierno del departamento que manifiesta que la superioridad ha llegado a entender que muchos de los propios de las municipalidades están enajenadas ilegalmente sin los requisitos de ley y otros por la aquiescencia de las autoridades los disfrutan personas que sin derecho alguno se los han tomado, que como que estos abusos necesitan un eficaz remedio, disponía el gobernador que dentro de un mes a más tardar, remita a la secretaría noticia circunstancia de los propios que tenga cada pueblo, quien los posea y con qué titulas, cuales hayan vendido o arrendado, si para venta se ha ocurrido al gobierno y se ha dado su autorización, si el arrendamiento se ha hecho previas la almoneda y demás indispensables circunstancias, expresando el tiempo, la cantidad y si las rentas están pagadas y las demás circunstancias que sean conducentes, a cuyo efecto prefijaba la prefectura quince días. El presidente dijo que: respecto a esta municipalidad no hay noticias que dar sobre esta atención que se solicita. El presidente siguió diciendo que: ha contestado satisfactoriamente que esta corporación se desvela incesantemente en cuidar de los intereses públicas que están puestos bajo su inmediato cuidado y responsabilidad, este ayuntamiento, como tenía expuesto en las noticias que dio sobre la materia en 7 de septiembre de 1838 no contaba con más propios que una casa ubicada en el callejón del Carmen que tenía arrendada en 12 pesos mensuales, con cuya renta se estaba reparando como se lo tenía prevenido el gobernador y nueve cantinitas en la plaza principal que producen cada una dieciocho reales al mes, lo que ingresaba a la Tesorería para ocurrir a los gastos ordinarios de los diferentes ramos que se atendían con prolijidad y economía y su recaudación estaba encomendada al mismo tesorero que se conducía con demasiada eficacia y que ni por las anteriores autoridades que han compuesto el ayuntamiento, ni por las presentes se han vendido, enajenado ni empeñado cosa alguna perteneciente a sus propios y que estos cortos intereses de la ciudad los conserva y mantiene como la cosa más sagrada.
Aprobada la respuesta.
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