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Extracto:
El señor Monroy preguntó que: si el alcaide tenía una facultad para ocupar a los reos en los trabajos personales de su casa, como le han informado que lo estaban haciendo con frecuencia y que este hecho era criminal, pues sólo estaba autorizada la autoridad civil para hacer cumplir las leyes que se las imponían y no por arbitrariedad: que hay quien sirva el destino solo y será capaz de guardar ciento y cincuenta y más hombres. Murguía: que ningún alcaide podía atribuirse semejante facultad y que cualquiera de los señores alcaldes está facultado para reprimir esta clase de arbitrariedades y que estaba porque los dos y medio se cobrasen para indemnizar a los presidentes el tiempo que gastan en los trabajos interiores de la cárcel.
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