Extractos de las Actas de Cabildo del Ayuntamiento de Toluca

Número de acta: 352
Fecha:
2 de mayo
Año: 
1833 
Ramo/Tema :
Agua Potable
Asunto :
Solicitando información sobre obras de agua potable
Tipo de acta: 
Actas capitulares
Extracto:
El presidente solicitó que: se presentara un informe por la comisión encargada de la construcción de una nueva alcantarilla, en la calle del Beaterio y la reposición de cañerías. El señor Olascoaga contestó que: se estaba trabajando y al momento se estaba solicitando una loza, para poder repartir el agua al Convento del Beaterio y al público, para evitar el perjuicio y reclamo del vecindario. El señor Olascoaga siguió diciendo que: hacían falta cañones de barro, porque los antiguos eran inservibles, que estos se podrían adquirir en México, o donde fuera más seguro conseguirlos. El síndico primero dijo que: era necesario informar al padre Teja del gasto de las cañerías, ya que él había hecho el mismo gasto en el pasado, aunque se le aclaró que la propiedad del agua era sólo del Ayuntamiento y bien podría poner dos llaves en la puerta de la alcantarilla, una en poder del cabildo y la otra dársela al referido padre Teja. Olascoaga terminó diciendo que: así, cuando no se ocupe el agua para la obra, se podía impedir el derrame y podía ser aprovechada toda por el público. El señor Olascoaga opinó, respecto al comentario del síndico primero que: al padre Teja no se le debía ningún favor, porque cuando se hizo la cañería (por la primera vez), no contribuyó más que con su trabajo y lo demás fue obra del vecindario, que proporcionó sus limosnas y el material en sus faenas. El señor Azoños dijo que: no está de acuerda respecto a lo expresado por el síndico primero, de que se deje una llave de alcantarilla al padre Teja, porque en el año de 1826 se le dejaron las llaves al convento del Beaterio y sólo cometieron abusos. El hortelano tomó más agua de la que le correspondía para sus hortalizas y lo mismo el Beaterio, pues era difícil que dejase correr el agua para el público, aun cuando no la utilizara. El señor Azoños continuó diciendo que: en cuanto a los cañones que se quiere comprar, la comisión encargada debe presentar un presupuesto y proveerse de sobrantes para reponer los cañones quebrados, bien sea en México o donde resulte más conveniente, si los hay en el Beaterio mucho mejor, pues se le reintegrarían en la primera o cualquier otra remesa. El señor Olascoaga dijo que: los cañones del Beaterio son -de calibre- y no sirven, pero seguirá buscando dónde conseguirlos. El alcalde segundo dijo que: para que a los miembros de la comisión de cañerías no les resulta pesada su tarea, se turnen por semanas y acuerden lo necesario, para que la obra quede a satisfacción. 

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