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Extracto:
El secretario de la primera sala del Tribunal de Justicia hace una visita a la cárcel de mujeres, encontrando que: en la cocina se encerraba tanto el humo por la imperfección de los respiraderos, que parecía imposible permanecer en ella un corto rato sin asfixiarse y que por esta causa se halla en peligro la salud de las presas y por cuyo motivo se pidió al presidente del ayuntamiento se corrigiera el mal, que se sacara al corredor la caldera en tanto se abrían los respiraderos. En cabildo se comentó que: el presidente no había recibido ninguna nota al respecto por cuyo motivo no se había tomado ninguna medida, pero inmediatamente se pondría en ejecución las convenientes para impedir el mal que se inicia, quedando así obsequiada la disposición del Tribunal Superior no obstante parecerle exagerado el hecho por razón a que los respiraderos son en sí bastantes para su objeto, lo cual no se advertía por los señores del Tribunal, a causa de no estar acostumbrados a recibir el humo y serles por lo mismo molesto aun cuando fuese muy poco el que se percibiera.
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