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Extracto:
El presidente dice que: la señora viuda del finado Don Rafael Murguía, a quien pertenece la casa conocida con el nombre de Aduana Vieja, pretendía construir una pared por la parte del norte que se halla inmediata al río que atraviesa esta población, tomando para ello la mayor parte de la calle que forma el tránsito común en aquel lugar, y aunque hasta hoy sólo se había tirado un cordel y aun no se daba paso a la obra, su señoría quería que la comisión de policía vigilase sobre este hecho para que a su vez impidiese la usurpación que podría hacerse del terreno común, evitándose por este medio todo motivo de responsabilidad o de conjeturas nada favorables al ayuntamiento y particularmente al presidente municipal.
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