|
Extracto:
Nota de la Prefectura de Toluca al Ayuntamiento diciendo que: se ha sabido -con el mayor sentimiento- la muerte de Don José María González Arratia a quien la población le mereció los mayores esfuerzos para su propiedad y engrandecimiento y que hallándose, a la vez de su desgracia, soportando el honroso encargo de presidente municipal, parecía justo y debido que por motivos tan recomendables y dignos de la mayor gratitud esta corporación, a la que perteneció, nombrase una comisión de su seno que se acercase a la familia del finado, para ponerse de acuerdo sobre el modo y términos en que se había de sepultar su cadáver, cooperando de un modo posible a fin de que se verificase de una manera digna al mérito y recomendaciones del difunto y a que contribuiría su señoría asistiendo a las exequias que se acordaran. Se nombró una comisión con los señores Castrejón, Sobrino y el síndico segundo, para que: acercándose a la familia del finado, después de patentizarle lo sensible que a esta corporación había sido la desagradable noticia de la muerte de su digno presidente y los deseos que tenía para llenar de un modo singular los deberes que le imponía la ley, la gratitud el reconocimiento se pusiese de acuerdo sobre los términos en que había de sepultarse el cadáver y verificarse las exequias, suspendiéndose entre tanto el cabildo, La comisión informó que: como consecuencia de la gravedad en la que se encontraba la esposa del finado presidente y de ignorar la desgracia que se lamentaba, se tenía dispuesto por su familia que el entierro se hiciese el día siguiente al de la fecha con el mayor sigilo posible para evitar por este medio que dicha señora presumiese la desgracia acaecida y esto diera lugar a que la indicada familia sufriera la pérdida de la señora por el quebranto de su salud de que actualmente adolecía, reservándose para el día en que se verificasen las honras la ejecución de los medios con que este Ilustre Cuerpo quería contribuir al entierro. Por tales motivos y después de una larga discusión, quedó acordado que los capitulares concurran a la casa del actual presidente, a las ocho y media de mañana para acompañar el cadáver a su lugar de sepultura y cooperar a las honras que han de hacerse. También se acordó que los capitulares se vistieran de luto los nueve días de duelo.
|
