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Extracto:
El presidente dijo que: fue llamado por el gobernador, quien le había hecho presente que: por diversos conductos había llegado a noticias del gobernador que varios oficiales de ejército, desmoralizados y viciosos y unidos a los anarquistas y turbulentos sectarios del general Santana, habían combinado la reunión de diversas partidas de salteadores, bandidos y asesinos, convocándolos de varios puntos para que formando una fuerza de cuatrocientos o más hombres, pudieran lanzarse sobre esta capital, asaltando el cuartel de seguridad pública y echándose sobre las armas y artillería, municiones y demás pertrechos, peligrando con esto el comercio. El presidente siguió diciendo que: el gobernador puso en su conocimiento las medidas que su excelencia había tomado para asegurar la tranquilidad pública, excitándolo para que el ayuntamiento coadyuvase por su parte a tan interesante objeto, por cuya razón su señoría le había ofrecido reunir al cuerpo municipal y poner en su conocimiento los anteriores hechos.
Impuesto el cabildo, el señor Guzmán dijo que: el ayuntamiento no podía cooperar con el gobernador por la falta de armas y municiones para proveer a los auxiliares y demás ciudadanos con quien podía contar para auxiliar al mismo gobierno, Proposiciones:
1.- Se manifiesta al gobernador con calidad de urgente y reservado que: el ayuntamiento y cada uno de sus individuos pueden contribuir con sus personas y recursos a la conservación de la tranquilidad publica, próxima a alterarse, según el gobernador, que la corporación debía reunir porción de ciudadanos honrados y prontos para sostener las autoridades legítimas, pero que careciendo absolutamente de armamento y municiones no cree prudente exponerlos desarmados a un peligro casi cierto y sin esperanza ni aun remota de buen éxito, que el gobernador les proporcionara las armas.
2.- El ayuntamiento continuará en sesión permanente hasta que se reciba la contestación que el gobernador diera sobre el acuerdo.
En el mismo cabildo se informó que: el gobernador acordó que agradecía las patrióticos disposiciones con que se encontraban los capitulares pero que no les podía proporcionar armas porque no las tenía el gobierno, pero que con los vecinos armados que pudieran reunirse se rondara la ciudad. Mas, como entre los muchos ciudadanos que actualmente se hallaban reunidos y presentes en el salón, casi ninguno de ellos traía un arma, el cabildo acordó que sólo saliese una ronda armadas con las carabinas que existían en el ayuntamiento.
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