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Extracto:
Los señores Licea y Hernández dijeron que: formaron la comisión a cuyo cargo estuvo el cobro de la pensión que satisfacían las cargas, hicieron presente: que el producido de éstas fue el de 313 pesos, seis reales, uno y medio granos de los cuales se invirtieron en sueldo de los cobradores 39 pesos, un real, existiendo en poder de éstos mayor cantidad de la que bastaba para cubrirse de sus sueldos, del sobrante tomaron ocho pesos, siete reales anticipados para cubrirlos, quizá con lo que después vencieran, mas como cesase el cobro por disposición superior ya no tuvieron aquellos posibilidad para cubrir su excedente por cuya razón no han ingresado al fondo municipal esos ocho pesos, siete reales, que aunque la comisión no pudo evitar este procedimiento y por lo mismo no puede aparecer culpada, sin embargo de ser ésta la responsable, quería que impuesto el cabildo de lo acaecido acordara en ello lo que creyese justo en concepto de que la comisión estaba dispuesta a gastar de su bolsillo ese deficiente e ingresarlo a la tesorería, pretendiendo separarse del cabildo mientras tanto este discutía con libertad el asunto y acordaba lo conveniente. El síndico primero dijo que: no parecía justo que la comisión gastará de su peculio los ocho pesos, siete reales que los cobradores salían restando para cubrir el importe total de la colectación del producido de la pensión de cargas, sino que en el caso de que estos no pudiesen absolutamente cubrir ese adeudo, los capitulares lo verificarán por prorrateo y a cuyo fin su señoría estaba dispuesto a exhibir la parte que le correspondiera. El presidente dijo que: encargándose a uno de los juzgados municipales el cuidado de hacer comparecer a los cobradores y obligar al saldo de la deuda, en el caso de que bajo ningún aspecto se pudiese lograr el pago por razón de una verdadera insolvencia de éstos se hiciese efectiva la proposición del síndico a que estaba también conforme su señoría.
Se aprobó.
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