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Extracto:
El síndico primero dijo que: siendo del deber de los ayuntamientos el cuidar de la salubridad pública, y el de evitar los males que la impidan, habiendo hechos que justifiquen que la mayor parte de los comerciantes en el ramo de aguardiente de caña, al rebajarlo para expenderlo en el menudeo, lo hacen mezclándole a dos jarras de aquel licor dieciséis de agua, de manera que en proporción viene a sufrir de rebajo más de un 165 por ciento que ciertamente no aguanta y por cuya razón viene igualmente a quedar de menos calidad que un drac; no pudiendo creerse que deje de ser en este caso más que nocivo a la salud de todos aquellos que desgraciadamente lo toman con exceso, a la vez que un engaño que se hace al que lo compra para usarlo por medicina, le parece de que este abuso debería corregirse en obvio de los males que causaba. Síndico, proposiciones:
1.- Se consultará con la facultad médica si el aguardiente de caña rebajado con más de un 165% por ciento en su grado natural que no excede de un ochenta o noventa, perdiendo, como debe perder aquel de una manera crecida, será nocivo y perjudicial a la salud de aquellas personas que se exceden en tomarlo y que la misma designe el grado a que a lo más podrá bajar sin que por ello cause ese mal-.
2.- Que en el caso de que aparezca por el dictamen que dicha facultad médica forme, que deba producir el mal que se cree, se compela a los vendedores de aguardiente al menudeo, que no pueden disminuir el grado o fuerza natural de éste, en más que el que se consulte por la referida facultad médica-. Las proposiciones fueron aprobadas, se nombró a Miguel Rayón y Luis García para que consulten el asunto.
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