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Extracto:
El señor Licea dijo que: habiendo tenido su señoría diversas noticias de que en varios tajones de esta ciudad no sólo se expenden ovejas por carnero, sino que aun se venden carnes de res y de carnero que mueren de enfermedad y por otra nociva para la salud y que siendo esto un mal a la salud, parecía exigir un remedio radical, juzgando consistir éste en ver si se puede lograr que no haya capoteros o vendedores ambulantes, por ser éstos los que con más frecuencia y en mayor número, cometen aquellos fraudes, vendiendo al público en las casas particulares y aun a los tajoneros y en obligar a todo matancero de reses o carnero a que lo haga en un corral que para tal objeto se destine, proveyéndose de todo lo necesario, pues de esta manera se remediará en todo lo posible aquel mal y se conseguirá el que se defrauden menos los derechos municipales, a cuyo efecto está la siguiente proposición: -se establecerá un corral de matanza en la casa propia del ayuntamiento, que está ubicada en el callejón del Carmen de esta población, el que se cercará y se dispondrá con todo lo necesario y preciso para tal objeto, obligándose, por medio de avisos o rotulones, a todos los matanceros o abastecedores de carne de res y de carnero a que ahí sitúen sus animales, para matarlos y que se les expida por el dependiente comisionado que se pondrá la boleta respectiva que exprese el número de animales que cada uno de aquellos haya matado, sin cuyo requisito la carne que se encuentre ya en la calle o ya en lo tajones, el dueño de ella pagará de uno a cuatro pesos de multa y además, si fuese de oveja, se destinará ésta para los presos de la cárceles en razón de prohibirse su venta, así como el comercio ambulante, todo de conformidad con los artículos 101,102, y 103 de las Ordenanzas Municipales.
Se aprobó sin discusión.
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