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Extracto:
El presidente dijo que: no bastando las luces que ministra la farola situada en el centro de la plaza principal, para dar a ésta la luz necesaria, queda en todos sus laterales obscura, y siendo un defecto muy notable, a fin de remediarlo y sin que para hacerlo se gravase el fondo que hoy por su estado de miseria convenía considerarlo y debiendo subsanarse aquel defecto, con situar cuatro faroles en los cuatro ángulos de dicha plaza, hacía proposición para que este gasto se ejecutara por los miembros del ayuntamiento, exhibiendo el preopinante la parte que en proporción le correspondiera. El señor Hernández dijo que: por su parte lejos de oponerse se hallaba conforme y en la mejor disposición para contribuir por su parte con la que en proporción le correspondiera dar para tan benéfico objeto. Síndico primero: que le parecía excusado el gasto que se pretendía ejecutar para la construcción de los cuatro faroles y sus columnas para adornar y dar competente luz a la plaza principal, se hiciese del bolsillo de los capitulares, pues creía conveniente el que se colectaría por subscripción de los vecinos que circundan aquella, quienes entendía que se prestarían gustosos para tal objeto, cuya certeza la fundaba en que cuando habiendo sido regidor y encargado del ramo de alumbrado, recuerda que surtió de los d algunas calles, situando en ellas un número algo crecido de faroles sin gravamen del fondo municipal ni del peculio de los demás señores capitulares, valiéndose únicamente de la colectación que ahora proponía, de manera que todo el gravamen que sufrió fue el de cuatro o cinco pesos que no habiendo exhibido un individuo de los comprometidos, lastró por su parte, y que siendo menor hoy sin comparación el que se pretende hacer, creía sería más fácil realizarlo. El señor Hernández siguió diciendo que: no obstante la indicación que antes hizo y sin que se entendiese que se desviaba de él en la parte que le correspondía, entendía que podría adoptarse la medida propuesta por el síndico primero con la circunstancia de que si ella no llenaba el todo del gasto que tuviera que hacerse para tan benéfico como conveniente objeto, lo que saliese faltando s cubriera a prorrata por los miembros del ayuntamiento.
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