Extracto:
El señor Licea dijo que: excitaba al ayuntamiento para que tomara una providencia relativa al buen servicio de las rondas, particularmente a que estas se armaran, pues no era posible exponer a los ciudadanos a que, desarmados e indefensos, prestasen aquel servicio. Con ocasión de tal propuesta el cabildo se ocupó seria y detenidamente de tan vital interés, y que ha tenido presente en variar sesiones. Tres proposiciones:
1.- Solicitar a la prefectura que franquee para el servicio de rondas veinte armas de fuego, e igual número de paradas de cartuchos, las que quedarán al cuidado y responsabilidad de las personas de que habla la proposición siguiente.
2.- Dichas armas y municiones se depositarán en la casa del regidor comisionado de rondas saliente, adonde ocurrirá por ellas el entrante con su ronda respectiva y al recibirlas dejará la constancia correspondiente.
3.- Sobre el servicio de rondas se estará a lo acordado en los cabildos anteriores y el presente, mientras el señor Martínez de Castro, regidor comisionado para el efecto, forma un reglamento que comprenda las circunstancias todas del repetido servicio.
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