Extractos de las Actas de Cabildo del Ayuntamiento de Toluca

Número de acta: 1607
Fecha:
30 de marzo
Año: 
1848 
Ramo/Tema :
Seguridad Pública
Asunto :
Protestando por el establecimiento de fuerzas de defensa compuestas de seis hombres por municipalidad
Tipo de acta: 
Actas capitulares
Extracto:
El secretario leyó el dictamen de la comisión encargada de abrirlo sobre la orden del prefecto, relativa a que: se establezcan y turnen en el servicio de cuidar los caminos y por la seguridad, seis hombres vecinos de la capital, bajo las calidades que la misma nota expresa. El dictamen concluye con las siguientes proposiciones (no vienen). Tomadas en consideración, el señor Hernández: expuso que: la fuerza de seis hombres era insignificante para el objeto que se proponía e incapaz de llenarlo en la extensión que el mismo demandaba, añadió que según tenía noticias, la Casa de Diligencias estaba dispuesta dar 120 pesos mensuales, loable disposición que animaba para semejante donativo a otras casas de comercio de esta ciudad, con el fin de pagar una fuerza de policía que guardase los caminos, y procurase la seguridad de los pasajeros, que en su concepto lo acertado sería realizar este proyecto y no el de poner seis hombres sobre las armas, relevables diariamente y por lo mismo ya por su número y ya por la necesidad de ese relevo, incapaces de prestar el servicio de que se trata. El presidente dijo que: con efecto el proyecto del prefecto es aprovecharse de la buena disposición de los particulares en el sentido que explicó Hernández y establecer una fuerza de cuarenta hombres destinando veinte al camino de México y el resto al de Cuernavaca y otros y aun para ello el que habla está encargado de ver a los dos principales comerciantes de esta ciudad para que éstos hagan con los demás y vean todo lo que puede colectarse para tan importante fin. El presidente siguió diciendo que: pero que en lo pronto se trata de esa fuerza de seis hombres, no como la única que desempeñará el objeto que se propone, sino en combinación con fuerzas iguales que se han mandado establecer del mismo modo en todas y cada una de las otras municipalidades, de manera que seis hombres de cada una de estas darían por resultado un número capaz de cumplir con el fin a que se le destina. Martínez de Castro dijo que: la orden del prefecto de poner 6 hombres es ineficaz y ridícula, entre otras pregunta, Martínez de Castro se hace éstas: ¿Quién les suministra armas, caballos, y pertrechos o se les obliga a que sean costeados por ellos mismos? ¿Con qué derecho puede exigirse el repetido servicio a la gente infeliz (la más dócil para los de esa clase) privándola de sus arbitrios, cuando no pasan del día mismo, en que se los proporcionan?. Martínez de Castro continuó diciendo que: Ni el gobernador ni el prefecto ni el ayuntamiento podrán obligar a los vecinos a un servicio de esta clase, peligroso a su existencia, ruinoso a sus intereses y enteramente gratuito, con tal exigencia sólo se dará margen a la desobediencia y desmoralización, sin que los amagos ni las vejaciones pudieran contenerlas, tendríamos una orden más que fuera burlada y un que hacer bien penoso y del todo estéril. Martínez de Castro terminó diciendo que: Esta ridícula fuerza de seis hombres no puede obrar en unión de las oras de su misma clase que se exigen en las municipalidades porque ni quiere, ni puede, ni tiene tiempo, puesto que se le ha de relevar diariamente, que ha de concurrir con sus credenciales, montada, armada y ha de recorrer una línea demasiado vasta para hacer eficaces sus ejecuciones. El presidente ordenó que: se conteste al prefecto que es impracticable esta fuerza, se mande una circular a las haciendas y otros puntos adecuados para que contribuyan de alguna manera a la seguridad de los caminos y sus propios lugares, mientras se establece la fuerza de policía que sabe la misma corporación trata de ponerse a expensas del comercio y, particularmente, de la ciudad. 

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