Extractos de las Actas de Cabildo del Ayuntamiento de Toluca

Número de acta: 1580
Fecha:
13 de marzo
Año: 
1848 
Ramo/Tema :
Comercio e Industria
Asunto :
Solicitud del comandante norteamericano para prohibir las bebidas embriagantes
Tipo de acta: 
Actas capitulares
Extracto:
El presidente dijo que había convocado al cabildo para imponerle que el comandante de las fuerzas norteamericanas que ocupan esta cuidad, le había excitado para que. prohibiese en ella el expendio de licores embriagantes, medida la más eficaz en su concepto para contener los excesos que se lamentan en dicha ciudad. Esta providencia adoptada en Cuernavaca ha dado los mejores resultados, y ella podrá contener aquí un algo o en mucha parte a los soldados que la ocupan, voluntarios sin disciplina, e insubordinados, y por lo mismo expuesto a desarrollar esos defectos con el vehemente estímulo de las bebidas embriagantes. Añadió el expresado comandante que: antes de tomar la providencia de que se trata, puesto que aquí no se ha publicado el armisticio, ni hay por lo tanto motivo alguno que se lo impida, pero quería acatar a las autoridades del lugar y por lo mismo se dirigía al que habla, persuadiéndolo de que en ello se consultaba el beneficio del lugar y la tranquilidad de sus propios habitantes. Su señoría le contestó que: lo propondría hoy mismo al ayuntamiento y así es que cumple con dicha oferta, proponiendo, en conclusión, que: se consulte la repetida providencia al Excelentísimo Señor Gobernador y si esta tiene su excelencia quien acordará lo conveniente. Martínez de Castro dijo que: supone que en la prohibición de que se trata deberá comprenderse el pulque y siendo este así como los licores, el único recurso de muchas casas, que los expenden en la ciudad, el perjuicio que les resulta es notorio y lo es, por consiguiente, el que debe resentir todo el comercio, opinó pues su señoría que la expresada prohibición se limitara a sólo los soldados americanos, pudiéndose expender los licores entre los paisanos, o demás gente que no sean aquellos. El presidente contestó que: quedaba previstas las ideas de Martínez de Castro y advertido de ellas, había contestado dicho comandante que: el pulque podría venderse como hasta aquí, porque no es bebida que embriague a sus soldados que acostumbran las espirituosas y fuertes y que la prohibición no podría limitarse a sólo la tropa, porque daría lugar a cuestiones, no pudiendo justificarse en ningún caso la preferencia que para su expendio se diese a los paisanos. El presidente siguió diciendo que: además, éstos podrían bien hacer sus compras en secreto, sin libertad para revender en los cuarteles, lo que castigaría fuertemente, así como podía hacerlo el ayuntamiento, a quien excitaba también para que castigase esta porción de mujeres prostituídas que siguen a la tropa, incluyéndose una alemana, la más escandalosa de todas, en la inteligencia que ni ésta ni ninguna se hallan a la salvaguardia de las tropas americanas. Con ocasión de hablarse de esas mujeres públicas el señor Martínez de Castro dijo que: era, con efecto de absoluta necesidad, iniciar con el mismo comandante alguna providencia que contuviese el escándalo que causaban, ya con el escándalo con que establecen sus lupanares y ya provocando cuestiones y riñas en las calles que ponen en peligro la tranquilidad pública. El presidente dijo que: en opinión del expresado comandante, el ayuntamiento tenía sobradas facultades para castigarlas, pero a reserva de ocurrir convenientemente al remedio de estos males, en lo pronto quería se acordase lo necesario sobre el objeto principal del presente cabildo: Acuerdos: 1.- Entre tanto la ciudad permanezca ocupada por las tropas norte americanas, se prohíbe en lo absoluto la venta de todo licor espirituoso y embriagante, no sólo en los puntos de su conocido expendio, sino en cualquier otra donde pudiera verificarse. 2.- Consúltese previamente la anterior proposición al gobernador, así como, en caso de su aprobación, la pena que tenga a bien imponer a los contraventores. Se aprobaron, faltaron el alcalde primero, Gallo, Hernández, Barbabosa, el síndico segundo. Firmaron el ciudadano José Jiménez de Velasco, bajo cuya presidencia se llevó a cabo el cabildo y el secretario. 

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