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Extracto:
El Presidente propuso que: para no gravar a uno u otro caso al dueño de la casa frontera ni a los de la Calle Real en el costo de la atarjea que debe pasar por ella, sin ser los causantes de las inmundicias del callejón de Navarretas, sería mejor tapar los derrames de éste, obligando a sus vecinos a formar fosos dentro de sus casas para -lugares comunes-, que deberán limpiar cuando se recarguen, como se practica en México. El señor Santa María dijo que: estaba contra el dictamen, por los muchos inconvenientes que trae consigo y porque siendo los vecinos del callejón de Navarretas los causantes del daño, ellos deben costear el remedio en toda su extensión, a lo que se adhirieron los demás, acordando que la atarjea se dirija recta por la casa del señor González, previo su consentimiento, el cual pasará a solicitar una comisión compuesta de los señores Torrescano y Olascoaga, previniendo la misma a los vecinos del callejón, la pronta exhibición de los gastos de la atarjea según se hayan causado y toda la cuenta.
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