Extractos de las Actas de Cabildo del Ayuntamiento de Toluca

Número de acta: 1525
Fecha:
3 de enero
Año: 
1848 
Ramo/Tema :
Vida Institucional del Ayuntamiento
Asunto :
Discurso del presidente saliente, Ramón Martínez de Castro
Tipo de acta: 
Actas capitulares
Extracto:
...Muy Ilustre ayuntamiento: El presidente empieza diciendo que: Al dejar el puesto, con el que el voto de nuestros conciudadanos se sirvió honrarnos para el encargo difícil y penoso de sostener los derechos municipales de esta demarcación, me veo en el preciso caso, como presidente que he sido del ayuntamiento saliente, de dar cuenta a esta Ilustre Corporación y a nuestros comitentes todos de la conducta que ha observado en el año de 1847 su ayuntamiento, de los adelantos que ha procurado en todos los ramos que le conciernen y en fin, el empeño positivo que ha tenido para sacrificar sus desvelos por el bien pro comunal. El presidente saliente siguió diciendo que: El ayuntamiento de 1847, por quien tomo hoy la voz, lejos de jactarse de haber llenado sus deberes, tiene el sentimiento de no haber podido poner en práctica todos sus planes en beneficio público, ya porque el tiempo no se lo ha permitido y ya también porque las circunstancias comunes y azarosas de nuestro desgraciado país con la invasión norteamericana, se han sobrepuesto a los objetos grandiosos que tenía premeditados. El presidente saliente continuó diciendo que: Sin embargo, arrostrando con toda clase de obstáculos y haciendo el último esfuerzo en favor de la municipalidad, tiene por ahora la grata satisfacción de presentar a este Ilustre Cuerpo las ventajas que ha podido adquirir en cumplimiento de sus sagrados deberes. El presidente siguió diciendo que: Los fondos que yacían en una suma decadencia, pues no solo no bastaban a cubrir las atenciones comunes y necesarias, sino que tenían encima varias deudas, las más de ellas en favor de personas miserables, como son los serenos, celadores, alcalde y demás dependientes de la municipalidad, han vuelto a su ser, han cobrado, digámoslo así, su vida, se encuentran en la actualidad no en la disposición de pagar sus deudas atrasadas ni en la de tener en corriente sus pagos, sino en la muy ventajosa de presentar un sobrante de más de 300 pesos que si en cualquiera tiempo apenas podrá ser creíble, hoy sube de punto la dificultad si se tiene en consideración que, en virtud de la traslación de los poderes del Estado a esta ciudad se han aumentado los gastos, pues que de mantenerse en esta cárcel 60 reos se han tenido que alimentar más de 300, ¿Y en qué circunstancias?. En las más aflictivas. Cuando la miseria se ha visto en su último grado, cuando por razón del bloqueo de nuestros puertos ha dejado de percibir la municipalidad el tanto por ciento que le dedicó una ley sobre el consumo de efectos extranjeros, cuando encarecidos los comestibles, hasta el grado que no se creía, principalmente las semillas, que un azote de la providencia han dejado de darse con la abundancia que en otro años en tres consecutivos, cuando, en fin, a todos estos motivos tan poderosos, se ha unido el triste y degradante para todo mexicano, la invasión y ocupación de nuestro suelo. El presidente saliente continuó diciendo que: Entonces, entonces repito, ha logrado el ayuntamiento de 1847 no sólo darle espíritus vitales a sus fondos sino animarlos con una completa salud de la manera que llevo dicha. Cierto es que el ayuntamiento ha tenido unos nuevos ingresos que no conocía, tales como los arbitrios decretados últimamente a su favor, pero éstos tal vez y sino tal vez no compensan la falta que antes se ha notado del impuesto ya dicho de efectos extranjeros, ni al aumento de precio de los comestibles y semillas. Fácil sería hacer una demostración matemática de este aserto, pero para que divagarnos más. La verdad está demostrada por sí misma: el fondo municipal como llevo referido, libre de todas deudas, se encuentra hoy con un sobrante de más de 300 pesos. Aun hay más. Ha cobrado deudas de cuantía que por tener que entenderse en su pago con personas de algún influjo y representación, se creían incobrables El presidente siguió diciendo que: se han puesto en corriente los réditos del capital de 6000 pesos que reconoce a la corporación la hacienda de San Isidro, y que se había dejado de pagar por 5 años, se ha allanado también el pago de lo que adeudaba y el cobro de lo subsecuente de la pensión de mesones que siempre rehusó hacer el mayor don José López como propietario del hospedaje que se encuentra en la plaza principal de esta ciudad. Aquí conviene hacer una pequeña disgresión, tributando los debidos homenajes al jefe militar que con entera decisión e integridad supo [sobreponerse] a los respetos humanos, dictando semejante medida. El señor general don José María Díaz Noriega, que me escucha, fue quien dictó medida tan benéfica y acertada; es muy de esperarse que su señoría con el mismo celo que vio los intereses municipales cuando no pertenecía al seno de su corporación, los vea ahora por ser su digno presidente. Con los réditos satisfechos de la Hacienda de San Isidro se ha cubierto uno de los objetos más principales y necesarios a la sociedad; se ha dado impulso digámoslo así, a la enseñanza primaria, pues que ya yacía en una decadencia hija de la miseria y las circunstancias, los preceptores que por algunos años carecieron de sus sueldos, han sido satisfechos. El presidente continuó diciendo que: se han habilitado los establecimientos con algunos utensilios necesarios, se han visitado de continuo y se han palpado los adelantos que hay en ellos. El presidente siguió diciendo que: En la secretaría de esta municipalidad existen documentos auténticos que acreditan mi aserto, pues se han presentado colecciones de planas trabajadas por los alumnos de un bello carácter de letra y así en este ramo como en los demás que conciernen a la enseñanza primaria se han notado grandes adelantos respectivamente. Se ha cuidado en su momento de la buena policía de esta ciudad y toda la municipalidad. Se han mejorado en lo posible los caminos. El presidente continuó diciendo que: Se han destruido varios precipicios que se encontraban en ellos y en esta ciudad se ha repuesto y aumentado el alumbrado, se han empedrado a ningún costo las calles del Instituto, Molino, Segunda, Tercera y Cuarta de Mina, los callejones del Cenizo, Elefante, Archundia de San José y el Compositor, así como la plaza menor diaria del mercado en su mayor parte, se han embanquetado varios pedazos en las mencionadas calles y callejones y todo como he dicho antes, sin ningún costo a diferencia de lo mucho que en otras épocas más felices, han costado obras de igual naturaleza, como son el empedrado de la plaza principal, calle de Zavala, Matamoros y Morelos, cuyo importe ascendió a cerca de 6000 pesos, consistiendo la diferencia en que las manos que se han empleado hoy en semejantes trabajos han sido la de los ebrios, corrigiéndoles de esa manera su inmoralidad y las de algunos condenados a las obras públicas, sin que en todo se haya necesitado hacer gasto de nuevos instrumentos, pues se han procurado acomodar con los muy pocos que hay, teniendo en este punto que lamentar la corporación el no haber podido rehacerse de todos los que le pertenecen a la municipalidad y que se encuentran como perdidos en poder del artesano a quien se le dieron a componer en años anteriores. EL presidente siguió diciendo que: el ramo de aguas se ha mejorado también en lo posible arreglando el buen reparto de las cantidades correspondientes a cada merced con el objeto de imponer una pensión en favor de la municipalidad, lo que sino se ha llevado en su totalidad al cabo, ha sido por la premura del tiempo y lo mismo es de esperarse que esta Ilustre corporación llene un objeto tan grandioso. Para el mejor arreglo de las casas, calles y callejones de la ciudad, se han numerado las primeras y se han puesto provisionales a las segundas sus denominaciones. En la cárcel se ha renovado en su totalidad y a poco costo la capilla. Con motivo de la traslación de los poderes a esta ciudad, el ayuntamiento fue desalojado de su sala consistorial y tuvo que preparar un lugar decente para sus secciones, lo que hizo a pesar de su escasez. El único paseo público que existe en esta ciudad, se ha mejorado en gran manera, poniéndole un hermoso plantío de fresnos que esta ya asegurado por la misma naturaleza, pues a pesar de lo riguroso del clima, se cuidó mucho para que arraigara. En fin, al ayuntamiento del año de 1847 le cabe la grata satisfacción de haber llenado en cuanto ha estado en sus posibles los altos deberes de su puesto, [no] sólo en lo interior de la municipalidad, pues que se ha prestado gustoso, como todo buen ciudadano amante de su patria, a facilitar los recursos necesarios para la continuación de la guerra contra nuestros [in]justos invasores, aprestando hombres, dinero, armas, caballos etcétera. Yo por mi parte cumplo con hacer esta pequeña reseña a nombre de la Ilustre Corporación a que he pertenecido y considerándome como el último de ella, sólo espero la indulgencia de mis conciudadanos, Dije-. 

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