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Extracto:
Cabildo extraordinario, que contó con la asistencia del gobernador, don Francisco Modesto de Olaguíbel. El gobernador tomó la palabra, manifestando que: deseaba saber el resultado de la comunicación que dirigió a esta corporación, con fecha 28 del pasado septiembre, para que se remediaran los defectos que notaba y que las comisiones dieran cuenta del estado en que hallan los ramos puestos a su cuidado. Se dio lectura al oficio referido, instruyéndole que: el original quedó en poder del prefecto. El presidente dijo que: en lo posible se habían remediado las faltas y defectos que había notado su excelencia en el vecindario, y otros de policía si no habían tenido el efecto que también deseaba el ayuntamiento, lo había impedido el miserable estado en que se encontraban los fondos municipales. El presidente siguió diciendo que: cada día era mayor el deficiente en los cortes de caja, y que el último excedía ya a novecientos y pico de pesos. A continuación se le presentó a su excelencia una sucinta relación de la división de los cuatro cuarteles en que está dividida la ciudad, con expresión de las calles, de sus rumbos en que están comprendidas sus manzanas. Un estado en que aparecen nombrados los cuatro regidores que están encargados de cada uno de ellos, los auxiliares agentes de policía que tienen nombrados con expresión de sus habitaciones. Otro de los niños y nombren de alumnos de la escuela gratuita de primeras letras, con la denominación de Morelos que está a cargo de Don Mariano Martínez. También se le presentó al gobernador: otro estado de las escuelas particulares de ambos sexos que existen en la ciudad, nombre de directores, niños y niñas, escuelas de los pueblos de la municipalidad, los que sólo reciben enseñanza de doctrinas y cuotas, vacunación de niños y niñas, y a quienes se les ha repetido. También se le presentó al gobernador: el estado en que se halla con abundancia el abasto de las carnes de res y carnero y precios del expendio, onzas en que se da el pan, semita y biscocho en cada una de las panaderías y biscocherías que hay en esta ciudad. Asimismo se presentó: un manifiesto del señor Valdés, con el estado en que recibió el ramo de alumbrado, en que se encontraron algunos faroles rotos, que necesitaban reparase lo que importa 45 pesos, siete y medio granos, sin dotación alguna de existencia y para que el vecindario no careciera del beneficio se habían ya suplido setenta y tantos pesos en junio para el aceite que se ha cargado y por la escasez de los fondos no se habían repartido los faroles, ni al comisionado se le había satisfecho lo suplido. Por último, se le presentó al gobernador: un estado del último corte de caja de la contribución directa, arreglado al que presentó últimamente el tesorero municipal que recauda esta contribución, otro de ingresos y egresos el fondo público municipal con el alcance a la Tesorería de 933 pesos, cinco reales, cinco granos, de las deudas activas, deudas de contribución directa, deuda de Borica, pasivos a favor de las comisiones, sueldos de los empleados y preceptores.
El gobernador pidió noticia de lo que se había cobrado en dividendos de la cantidad de cobre, a que satisfizo el presidente, quien dijo: que se habían recibido trescientos y pico de pesos. Se le informó al gobernador del atraso el pago en los mesones y que se había demandado al mesonero con el comandante. En tal concepto se le previno al síndico: se requiriesen con prudencia a los deudores y en caso de que se dificultara el pago, se valiese de la facultad coactiva que está prevenida por la ley, que aunque está derogada por el Distrito Federal, pero aun está vigente en el Estado. El presidente dijo que: con respecto a la testamentaría de Don Domingo Borica ya le tenían hablado para que tuviera alguna consideración la familia, quien proponía que sacando los alimentos de esta y rédito de la merced del producto del arrendamiento de la finca, abonaría mensualmente el resto, pero que si esto no fuera bastante a cubrir las exigencias de la escuela, sin duda tendría que resentirlo. El presidente siguió diciendo que: el director de la referida lo entendía perfectamente, que había hecho visita de este establecimiento y lo encontraba en el mejor estado, que se le habían presentado algunos niños decentes como eran los Arnaldos y otros en ejercicio, pero no los pobres, que sin duda con aquellos se dedicaba más por que se le recomendaban su mejor civilización y trato recibido en su educación y que apreciaría se pusiese el mayor conato en los infelices y que era de necesidad se le atendiese al directo de ella con lo que le estaba adeudando, y que por lo demás ya se arreglaría en los mejore términos que fuese posible. Que en cuanto al alumbrado se pidiera aceite bueno de la casa del señor Arpide, para ver si de la misma calidad se podía elaborar aquí y se prefiriera a ésta y al menor precio, pero que era necesario para avivar la luz el que se mezclase una parte del de chía. El gobernador dijo que: a más de se encargase al síndico de la recaudación de todos los créditos pendientes a favor del fondo municipal, para que la corporación tuviese su desahogo, podía el ayuntamiento proponer arbitrios para que el gobierno los concediera y con lo que tendría para contribuir a la beneficencia del lugar, que se atendiera la Alameda, haciéndole plantío de árboles de fresno y otras cosas propias del recreo, los embanquetados de algunos callejones que están sin ello, sus empedrados y que la policía de dichos callejones se mantengan limpias y en buen estado. El presidente dijo que: la escasez que se advertía en los rendimientos de sus eventuales arbitrios había dado lugar a que diferentes ramos no estén bien servidos y que al proponer arbitrios, esperaba del decidido interés que su excelencia había tomado para hacer feliz este vecindario tendría acogida como lo esperaba de su Excelencia. El gobernador dijo que: A que estaba en la menor disposición para ello, quiso saber el éxito que habían tenido las alcancías que se habían puesto en la plaza para ir depositando en ella la cobranza y si habían aumentado en esto dicha cobranza y se le contestó que había sido muy sabia providencia, y se creía tendría buen efecto, pues apenas se había podido observar su mejora por la variación de los buenos, medianos y escasos tianguis que habían precedido para lo que encargó a los capitulares se sirviesen turnar en el cobro cada semana, recibiendo por su mano el pingue de la pensión y pasándola al arca, de que quedaron conformes en cumplir con este encargo.
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