|
Extracto:
Contestación del juez de letras del ramo de lo criminal en que contesta a lo resuelto en el anterior acuerdo de que: las multas que se imponen por aquellos juzgados, cuando eran de cantidades cortas se destinaban para los gastos de escritorio y a un auxilio al que servía con dotación porque ni en la aduana ministraba los primeros como estaba mandado, ni acudía con el sueldo del que lo suscribe, de donde se podía sacar el que se da al segundo pues ha llegado el caso de que no se le dé un real, como se podrá justificar, así era que se había adoptado el método de condenar a alguno reos al pago de una multa corta y con ellas cubrir los precisos e indispensables gastos y lograra que la administración de justicia no se entorpeciese por falta de manos auxiliares y que las multas que exceden de 25 pesos se habían enterado siempre a la aduana,. Siguió diciendo el juez que: las hospitalidades de los heridos que se curaban en el establecimiento no se habían exigido, porque por lo general todos los que se remitían a él eran de una fortuna demasiado escasa, que aun no tenían ni de qué subsistir y los demás, cuyas heridas se clasificaban de leves, se curaban en sus casas por el practicante y no por los facultativos, porque éstos siempre se habían resistido a encargarse de esas curaciones por no pagárseles.
El juez siguió diciendo que: tampoco podía tomarse la medida de remitir al hospital por ser notorio el abandono en que se hallaba este establecimiento, sin seguridad ni cuidado, motivo por el cual no se podían remitir a él los heridos, que pueden curarse en sus casas, ni los reos de consideración, porque ya se había visto que no permanecían estos en él, sino uno o dos días entretanto arreglaban el modo de fugarse.
El síndico dijo que: esta nota podía transcribirse al presidente de la Junta del Hospital de San Juan De Dios, para que informe sobre lo que ha contestado el juez de letras, para que con lo que exponga resuelva esta corporación lo que estime conducente.
Se acordó.
|
