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Extracto:
El presidente: que haría una traición al ayuntamiento sino se manifestara a los capitulares que faltaron a la última reunión de vecinos, en que el prefecto mandó citar a esa corporación, autoridades y empleados de todos los ramos para que se les manifestase el acta del Pronunciamiento levantada por la Guarnición de esta ciudad y se diera lectura a ella, pero como solamente habían concurrido los regidores Ximénez, Olascoaga y Escobar, faltó con el reto la representación del ayuntamiento y como no se podía nombrar la resolución de su contenido fue preciso que se abriera a sesión bajo la presidencia del mismo señor prefecto, que se diese lectura a los insinuados documentos y como que tanto por el acta como por la insinuación que se hizo por su señoría, manifestó la necesidad en que se hallaban de que se secundase a la petición y plan e la guarnición de San Luis Potosí, para que se disolviera el actual congreso, la continuación del ejercicio de la séptima de las bases acordadas en Tacubaya mientras otra representación nacional compuesta de notables elegida por el supremo gobierno expedían un estatuto provisional que fijará los derechos y obligaciones de los mexicanos, porque la sanción de artículos constituciones que se estaba haciendo envolvía la ruina de la patria, que por estas y otras razones que precedieron no dudaba fijarían la opinión y consentimiento los individuos que se hallaban presentes secundando el pronunciamiento que era el de la voluntad nacional y de quienes esperaba su deliberación con la debida libertad, que el que informa contesto que así él como otros tres capitulares que se hallaban presentes no formaban ni podían formar el cuerpo municipal que era el que podía deliberar sobre la resolución que demandaban los documentos que era invencible la dificultad que se presentaba para la reunión de los demás capitulares que faltaban, porque unos estaban ausentes, y otros con licencia pero que para que la junta no se embarazara en sus deliberaciones por falta de la representación del ayuntamiento podía emitir su juicio, procediendo desde luego las autoridades y empleados presentes a manifestar el suyo, lo que habiéndose así acordado por unanimidad, fijó la presente proposición: las autoridades, empleados públicos y capitulares protestan acatar y respetar la voluntad nacional, con lo que terminó la sesión. El presidente siguió diciendo que: pide se le dé lectura al acta levantada que presentaba, e impuestos de su tenor continuó diciendo, que en su juicio le parece haber procurado guardar el decoro que se merece el ayuntamiento, pro que si le parecía se podía extender otra acta con respecto a lo que nuevamente tuvieran que acordaran o dijeran libremente si quedaba la redacción el mismo Sentido. El Síndico Santa María preguntó si el pronunciamiento era contra el gobierno o contra el congreso.
El presidente volvió a informar en sustancia el objeto y motivos con que la guarnición se había pronunciado y que, además, se solicitaba el que los Excelentísimos señores generales San Anta y Bravo continuasen con el gobierno. El señor Santa María contestó que: en su concepto no estaba en el deber del ayuntamiento pronunciarse, pues que o fuese contra el señor Santa Ana o contra el Congreso, de uno u otro modo no debía ser perjuro, que como síndico no tenía datos ni conocimientos necesarios para poder decir de si el pueblo tiene o no motivos de disgusto para querer pronunciarse pues el hacerlo sin tales conocimientos sería ciertamente exponerlo. y por lo mismo este particular salvaba su voto.
El presidente que supuesto que salvaba su voto está satisfecho de que en esto no se perjudica al ayuntamiento pero los demás señores capitulares Hernández, Ballesteros, podían emitir francamente su juicio. Y preguntado sobre si tenían qué añadir, enmendar o quitar del acta a que se había dado lectura o se conformaban con el tenor de su redacción, de uniformidad la aprobaron en los términos en que estaba extendida.
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