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Extracto:
El regidor comisionado de policía hizo presente que: había llegado a su noticia que el pueblo de San Juan disfrutaba de dos potreritos que lindan con tierra de la propiedad de los ciudadanos Arzate, la hacienda de Santa Teresa y la de San Antonio Buenavista de Meana, de los cuales parte de uno tenían vendido a la Señora Meana, quedando los demás a beneficio del pueblo. El regidor siguió diciendo que: como estos terrenos son de comunidad o repartimiento de los pueblos, no podían ser enajenados sin que procediesen legalidades que están prevenidas, que a mayor abundamiento, estos terrenos excedían de más del fundo legal y por lo mismo pertenecen a los propios y arbitrios de los ayuntamientos. El regidor continuó diciendo que: lo manifestaba como miembro de esta corporación, en virtud de haber reconocido ya los reiterados potreritos. El presidente dijo que: no siendo estos terrenos de propiedad particular sino sobrantes del fundo legal, está dispuesto por la ley que los disfruten los ayuntamientos y se cuenten entre sus propios, que los del pueblo de San Juan han estado aprovechando de sus rendimientos, rindiendo las cuentas al párroco, lo que no está en sus atribuciones, sintiendo en que los inviertan en misas, cohetes, músicas y otros objetos de esta clase. El presidente continuó diciendo que: el ayuntamiento debió haber tomado providencias para hacerse de estas tierras, pero que para evitar un rompimiento y evitar el que se pierda todo lo que ha entrado en poder de dichos jueces de paz, se podía encargar el señor tesorero que conoce los terrenos para que en unión del síndico y regidor de policía tomen informes de los individuos que los han estado manejando, los que estén debiendo sus productos y los que hayan dilapidado para que pueden exigírseles y entren al fondo público estas cantidades como la posesión de los potreros, y que de todo de cuenta al ilustre ayuntamiento a lo que se unió el voto del señor Hinojosa, y puesto a discusión se aprobó la proposición y lo quedo igualmente la comisión.
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