En cabildo se acordó que: la obra del empedrado de la calle del Cuartel Viejo no podía suspenderse porque se echaría a perder lo hecho. Que debería continuarse como se hizo con el callejón de Jácome que nada costó pero aquella poniendo los celadores al cuidados de los presos y un albañil de cuatro reales, que mientras se terminaba se podía dividir las fuerza de los presos de la Alameda.
Que el Sr. Acuña contestó que la ha suspendido porque aún se le adeudan lo que prestó para la conclusión de la calle de la Tenería.}