Vecinos del Callejón del Cerro de Cóporo se quejan al Ayuntamiento de que: la casa conocida con el nombre de la advocación del Señor de Esquipulas mantiene en sus oficinas un molino de aceite que dirige Don J. María Carrasco, pero que habiendo tapado el antiguo respiradero del fuego en la pared, le abrieron ventiles que despiden un humo pestilente, que no sólo no se puede transitar el callejón, sino que las casas inmediatas lo están recibiendo frecuentemente y las cubren las cenizas que despide.
La misma iniciativa presentada por la Comisión de Policía el año pasado. El 18 de febrero de 1845, la comisión de policía habló con el molinero y ofreció tapar el agujero en 15 días.}