El señor Abeleiza dijo que: había advertido que las rondas nocturnas se hallaban en un total abandono y para evitarlo y que a población pudiera disfrutar de más seguridad, pedía que en la noche turnaran tres, la primera de las nueve a las doce, de esta hora hasta las tres y la última a las cinco en que se podía retirar, pues que así se cumpliría con tan importante deber.
Se aprobó.}